El DHA (omega 3) es esencial para el cuidado del cerebro, ojos y el corazón. El DHA garantiza que las células del cerebro, los ojos, el corazón y otras partes del sistema nervioso se desarrollen y funcionen correctamente a lo largo de todas las etapas de la vida.
Salud cerebral
El DHA representa aproximadamente el 30% de los ácidos grasos en la materia gris cerebral y el 97% del total de los omega-3 presentes en el cerebro.
Los estudios han demostrado que el DHA desempeña un papel importante en diferentes momentos de la vida :
Desarrollo cognitivo
“La ingesta materna de ácido docosahexaenoico (DHA) contribuye al desarrollo normal del feto y del lactante alimentado con leche materna” (declaración autorizada en la Unión Europea )
El DHA mantiene la salud cerebral de niños y adultos durante toda la vida (declaración autorizada en la UE: “El DHA contribuye a mantener el funcionamiento normal del cerebro”)
Posible papel del DHA en algunos trastornos de la conducta y el estado de ánimo que afectan tanto a niños como a adultos.
Salud ocular
El DHA es un ácido graso estructural de la retina y tiene un papel importante en el desarrollo y la función visual a lo largo de la vida.
Los estudios han demostrado que el DHA contribuye a:
La función y el desarrollo visual del bebé (declaraciones autorizadas en la UE: “La ingesta de ácido docosahexaenoico (DHA) contribuye al desarrollo visual normal de los niños hasta los 12 meses de edad” y “La ingesta materna de ácido docosahexaenoico (DHA) contribuye al desarrollo normal de los ojos del feto y del lactante alimentado con leche materna”)
El DHA contribuye a la salud ocular de los adultos (declaración autorizada en la UE: “El DHA contribuye al mantenimiento de la visión en condiciones normales”).
Salud cardiaca
El DHA es un componente clave del corazón debido a sus elevadas concentraciones en el tejido cardiaco. Por lo tanto, es importante para la salud cardiaca a lo largo de toda la vida.
Los estudios han demostrado que el DHA contribuye a:
El mantenimiento de niveles normales de triglicéridos, la frecuencia cardiaca y la presión arterial (declaraciones autorizadas en la UE: “El DHA contribuye a mantener niveles normales de triglicéridos en la sangre”, “El EPA y el DHA contribuyen al funcionamiento normal del corazón” y “el DHA y el EPA contribuyen a mantener una presión arterial normal”)
Por otra parte, la Food and Drug Administration (FDA) ha revisado los datos disponibles sobre la relación del DHA y el EPA con las enfermedades cardiovasculares y ha autorizado el uso de la siguiente declaración:
“Pese a que los resultados de las investigaciones no son concluyentes, estas muestran que el consumo de los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA pueden reducir el riesgo de enfermedades coronarias.