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Del almuerzo al postre: 

Cuando pensamos en legumbres comienzan a aparecer en nuestra mente imágenes como porotos con riendas, lentejas con longanizas, garbanzos con arroz, entre tantos otros platos típicos de nuestro país. Todos deliciosos en su estilo, no obstante,  la tendencia siempre ha indicado que los chilenos somos “malos para las legumbres”.

Es más, según la última investigación realizada por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura, que data del año 2012, indicaba una disminución drástica en la ingesta de legumbres, puntualmente lentejas, porotos y garbanzos. El consumo per cápita de las principales leguminosas a esa fecha disminuía a una tasa media anual de -2,7%.

Cambio de Switch

Lo interesante es que esta tendencia ha comenzado a revertirse. Según indica el último informe de perspectivas agrícolas de la FAO y la OCDE, el consumo de legumbres, raíces y tubérculos aumentará un 1,9% anual en el mundo hasta 2028, pero si lo analizamos, los beneficios de las leguminosas siguen siendo los mismos: ricas en fibra, vitaminas y minerales. Entonces, ¿a qué se debe este cambio?

Uno de los principales factores es la tecnología, que permite generar  nuevas formas de consumo de las legumbres. “Existe la creencia general de que si algo es saludable, por lo general va a ser desabrido y si hablamos de legumbres, no hay forma de que la gente lo asocie de buenas a primeras con algo dulce. Es por esto que hemos creado una premezcla en base a lentejas y garbanzos, con un sabor a chocolate natural (7% de cacao) y manteca de coco, con el cual las familias pueden volver a incorporar estos alimentos a su dieta, sobre todo de una manera más amigable para los niños”, destaca Manuel Palma, Doctor en Alimentos de la Universidad de Chile y cofundador de P&M.

Esta premezcla –sin azúcar añadida, colorantes ni saborizantes artificiales- es una alternativa rica y saludable tanto para el postre, como para un snack de media mañana e incluso la once, pues puedes hacer tus propios brownies, queques, tortas y más. Todo esto sin la culpa de las 300 o 400 calorías que usualmente acompañan a estos productos, ya que la porción de un brownie contiene sólo 113.

¿La preparación? Súper simple. Sólo viertes la mezcla en una budinera, agregas agua y a batir. Luego puedes agregarle lo que gustes -frutos secos, arándanos y frambuesas quedan deliciosos- para finalmente pasar a un molde de tu elección, hornear y disfrutar.

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